jueves, 28 de marzo de 2019

La Copa aún está en juego para Ud, Sr.Presidente.


Su fanatismo por el fútbol aflora muchas veces en forma errática e inoportuna, como cuando en su visita a Moscú del año pasado alardeó ante un Putin impertérrito sobre el inminente triunfo argentino en el Mundial jugado allí.

 O como cuando expresó su deseo de que el público visitante pudiera ingresar a ver las finales de la Copa Libertadores, lo cual habría terminado seguramente en una masacre a la luz del “Operativo de Inseguridad” desmontado por todas las fuerzas, que propició la apedreada al micro que conducía a los jugadores de Boca al partido revancha, vergonzosamente trasladado a la tierra de los conquistadores en un efecto boomerang que su principal lugarteniente en ese ámbito propició. Esos ejemplos eximen por su elocuencia la mención de frases desafortunadas, dirigidas hasta en un caso a un niño simpatizante de los para Ud. “innombrables”, en el marco de su incontinencia que, en materia futbolística, tuve oportunidad de padecer personalmente … 

 Pero ayer, quizá en su necesidad de explicar con otro ejemplo futbolístico la impotencia de su gobierno para frenar la crisis, casi involuntariamente renovó mi esperanza y la de unos cuantos más que lo votamos. Porque refirió a su “manotazo de ahogado” de finales de los años 90 al contratar a Riquelme, -omitiendo como siempre quitarle méritos al otro gran prócer de su club de aquel entonces, Carlos Bianchi-, asegurando que no podía repetir en el país el acierto de encontrar a un prodigioso “salvador”. Opino, sin embargo, que Ud. debe intentarlo. Porque aún en el “tiempo de descuento” que transita su gobierno, refugiado en el área resistiendo los ataques de la devaluación, Ud. puede encontrar a quienes le den aire a su bien intencionada aventura de mejorar la calidad de vida de los argentinos, hasta aquí frustrada. Vaya a las fuentes entonces. Siéntese con hombres de incuestionable sabiduría, como por ejemplo Santiago Kovadlof, para que lo ayuden a buscar a dos o tres patriotas que estén dispuestos a inmolar su prestigio en búsqueda de las soluciones que no aparecen. 

Al fin y al cabo la “Copa” parece una vez más perdida, no tanto para Ud. como para la gran mayoría del pueblo argentino, para el cual este eventual fracaso sería, a la larga, uno más.

1 comentario:

  1. Hola, Dr. Bergenfeld. Soy periodista y empecé a investigar el caso del operativo policial del Superclasico de 2018. Usted denunció a Ocampo y Bullrich, ¿en qué quedó su denuncia?

    Lo saludo atentamente.

    Micael Franciulli

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