Un acuerdo de separación de bienes conyugales, la venta de una
propiedad que ya se entregó, viajes de negocios, la jubilación retroactiva, un
campo por el que se había pagado sólo una parte y hasta un fideicomiso de
pronto pesificado. Detrás de la decisión oficial de impedir la compra de
dólares en el sistema legal, hay rostros, historias, víctimas que pocos
observan. El cepo partió al medio sueños, contratos y cientos y miles de
historias que poco a poco están empezando a hacerse visibles.
¿Se puede romper el bloqueo al dolar? ¿Conviene intentar un “esfuerzo compartido” entre particulares? ¿Es el comienzo de un conflicto que será imparable? ¿La Justicia
arreglará el embrollo? Clarín indagó en algunos casos, los primeros, que sirven
de ejemplo sobre lo que está ocurriendo debajo de los grandes anuncios y cómo
intentan, algunas personas, encontrarle solución. Sus características sirven
como pruebas piloto del recorrido que muchos otros probablemente transiten.
Los abogados que tratan estos casos recomiendan tres opciones para intentar “desbloquear” el bloqueo. La primera sería el acuerdo entre las partes y reconoce una “derrota”: si hay un préstamo en dólares a saldar entre dos privados, se puede resolver utilizando como cambio un dólar a mitad de precio entre el oficial y el paralelo. “Esa salida es útil para los acuerdos de buena fe, siempre y cuando no sea mucha plata y se la pueda aguantar. Si no, hay que ir ala Justicia
y reclamar para que sea el Estado el que pague las consecuencias de sus
medidas”, explica Fabián Bergenfeld, quien ya tiene en su oficina una decena de
casos de distinta magnitud. Para ir a la Justicia hay dos caminos posibles, uno a través
de amparos (reclamos de fondo) y otro vía medidas cautelares, que requieren
urgencia y han tenido, hasta ahora, menos efectividad.
¿Se puede romper el bloqueo al dolar? ¿Conviene intentar un “esfuerzo compartido” entre particulares? ¿Es el comienzo de un conflicto que será imparable? ¿
Los abogados que tratan estos casos recomiendan tres opciones para intentar “desbloquear” el bloqueo. La primera sería el acuerdo entre las partes y reconoce una “derrota”: si hay un préstamo en dólares a saldar entre dos privados, se puede resolver utilizando como cambio un dólar a mitad de precio entre el oficial y el paralelo. “Esa salida es útil para los acuerdos de buena fe, siempre y cuando no sea mucha plata y se la pueda aguantar. Si no, hay que ir a